María Coronel y Arana
PERSONAJES
Una de las protagonistas de la novela "El tiempo es de color azul" es la niña de 13 años María Coronel y Arana, un personaje histórico: la futura Venerable Sor María de Jesús de Ágreda, también conocida como la Dama Azul.
En la novela, esta joven del siglo XVII establece contacto mental con Agripina, una niña celtíbera del siglo I d.C. y con Selina en la actualidad. Su carácter, marcado por una estricta educación religiosa, contrastará con el de las otras dos niñas, vinculadas a la cultura de las épocasen las que viven.
Su historia
Mística, escritora y asesora del rey Felipe IV, con el que mantuvo una larga correspondencia, María Coronel nació en Ágreda en 1602 y fue monja de clausura desde los 17 años, en 1619, cuando su propia casa solariega se convirtió en convento después de un proceso en el que toda la familia, incluidos su padres tras la disolución del matrimonio, tomó los hábitos.
A los cuatro años (1606), con una precocidad manifiesta en asuntos religiosos, es confirmada por el Obispo de Tarazona y a los seis recibe la Primera Comunión. Ella relata en su autobiografía inacabada: "Dos veces me ha dado la divina Majestad luz y conocimiento de todo lo criado: la primera a las primeras operaciones del discurrir, la segunda cuando me dispusieron con ciencia infusa para escribir la vida de la Reina del Cielo María Santísima". De esa edad temprana afirma: "Conocí el ser de todas las cosas, sus calidades y propiedades, con grande penetración y distinción, como diré en su lugar, aunque el entendimiento con que conocía todo lo criado era más adelantado que la edad,...".
En la festividad del Corpus Christi de 1609 se representa en Ágreda la obra de Lope de Vega "El nuevo mundo descubierto por Cristóbal Colón". Es posible que esta obra impresionara profundamente a la joven al tener conciencia, atendiendo a la cultura de la época, de la cantidad de almas que había en el Nuevo mundo que no conocían a Dios.
En 1615, momento en que arranca una de las líneas temporales de la novela, sus dos hermanos mayores, Francisco y José ya habían dejado el hogar para tomar el hábito franciscano en Burgos. Poco después la madre de María, doña Catalina de Arana tiene una revelación ante el Cristo de la Iglesia de la Peña de Ágreda que le insta a transformar su casa en convento. Fray Juan de Torrecilla, su confesor, confirma dicha revelación al haberla sentido también él mismo. En la novela se aventura una versión literaria de este suceso implicando en su desarrollo a la joven María Coronel.
En 1619 la casa familiar se convierte en convento de clausura. El padre toma también el hábito de San Francisco en un convento de La Rioja y María comienza su año de noviciado junto a madre Catalina y a su hermana Jerónima. Dos años más tarde comienza su actividad como escritora.
Entre 1620 y 1623 tienen lugar los arrobos a los que ella llama "exterioridades" que se relacionan con las famosas bilocaciones ―literalmente situarse en dos lugares a la vez― en Nuevo Méjico y Texas para convertir a los indígenas de aquellas tierras. Sus éxtasis se habían convertido en espectáculo público propiciado por las superioras del convento y algunos confesores, por ello interviene el provincial de los franciscanos para ordenar que cesen estas manifestaciones.
En 1630, el Custodio de los franciscanos en Nuevo Méjico, el Padre Alonso de Benavides, viene a España para investigar los fenómenos que los frailes le han relatado sobre la evangelización de los indígenas. Indios jumanos, entre otros, buscaban a los propios frailes para ser bautizados y afirmaban que se les aparecía una bella mujer, una dama azul. Sus indagaciones le conducen al año siguiente al Convento de la Concepción para confirmar que dicha dama azul es Sor María. Alonso de Benavides escribe un memorial sobre estos hechos que la monja agredeña certifica. En dicho memorial se constatan más de 500 bilocaciones. Actualmente, en los estados de Nuevo Mexico y Texas, se considera a la Dama Azul (The lady in blue), parte de su historia religiosa.
Aspecto actual de la casa de la Venerable en Ágreda
Placa en la casa de Sor María
En 1637, Sor María comienza a escribir la "Mística Ciudad de Dios", el relato de una vida divina de la Virgen María. Por orden de un confesor quema en 1645 la obra y no es hasta 1655 que inicia de nuevo la redacción de la "Mística" que le ocupa cinco años.
En 1643, el Rey, Felipe IV, visita a Sor María y mantiene una larga correspondencia con ella hasta la muerte de la monja acaecida en 1665.
En el Convento de la Concepción de Ágreda puede visitarse un pequeño museo dedicado a su figura y también el sarcófago donde se guardan sus restos incorruptos.
Hasta aquí la enumeración de los hechos más importantes de la vida de la que fue declarada Venerable en 1673 por el Papa Clemente X.
Para terminar, cito textualmente un párrafo de la obra de Sor María, la "Mística Ciudad de Dios" que, a mí, me ha dado mucho que pensar y, a partir de la hipótesis de que la consciencia es un epifenómeno de la evolución humana, en esta historia he considerado que pueden existir personas, también en la actualidad, con un tipo de consciencia algo más avanzada:
"Esta es luz que a un mismo tiempo alumbra, fervoriza, enseña, reprende, mortifica y vivifica, llama y detiene, amonesta y compele; enseña con distinción el bien y el mal, lo encumbrado y lo profundo, la longitud y latitud; el mundo, su estado, su disposición, sus engaños, fabulaciones y falacias de sus moradores y amadores y, sobre todo, me enseña a hollarlo y pisarlo y levantarme al Señor, mirándole como a supremo dueño y gobernador de todo. Y en Su Majestad veo y conozco la disposición de las cosas, las virtudes de los elementos, el principio, medio y fin de los tiempos y sus mutaciones y variedad, el curso de los años, la armonía de todas las criaturas y sus cualidades; todo lo escondido, los hombres, sus operaciones y pensamientos y lo que distan de los del Señor; los peligros en que viven y sus caminos siniestros por donde corren; los estados, los gobiernos, su momentánea firmeza y poca estabilidad; lo que es todo su principio y su fin, lo que tienen de verdad o de mentira. Todo esto se ve y conoce en Dios distintamente con esta luz, conociendo las personas y condiciones. Pero descendiendo a otro estado más inferior y que el alma tiene de ordinario, en que usa de la distancia y hábito de la luz, aunque no de toda su claridad, en éste hay alguna limitación de aquel conocimiento tan alto de personas y estados, secretos y pensamientos que he dicho; porque aquí, en este inferior lugar, no tengo más conocimiento de lo que basta para apartarme del peligro y huir del pecado, compadeciéndome con verdadera ternura de las personas, sin darme licencia para hablar con claridad con nadie, ni descubrir lo que conozco; ni pudiera hacerlo, porque parece quedo muda, si no es cuando el autor de estas obras tal vez da licencia y ordena que amoneste a algún prójimo, pero no ha de ser declarando el modo, sino hablando al corazón con razones llanas, lisas, comunes y caritativas en Dios y pedir por estas necesidades, que para esto me lo enseñan".
Sor María de Jesús, Mística Ciudad de Dios, parte I, cap. 2, n. 19.
Vista del Convento de la Concepción en Ágreda terminado de construir en 1633
Estatua de Sor María en la Diputación de Soria
El personaje de María Coronel en "El tiempo es de color azul"
En la novela se relatan siete meses de la vida de la Venerable, concretamente los que transcurren entre mediados de febrero y primeros de septiembre de 1615. Con solo trece años se producen una serie de hechos importantes en su vida como el inicio del proceso por el cual toda su familia se va a dedicar a la vida religiosa, el regreso de sus visiones y arrobos y la comprensión traumática de su pubertad. A diferencia de las otras jóvenes protagonistas del libro, cuyas vidas transcurren en otras épocas, María no tiene un auténtico maestro como lo es Telekios para Agripina o Sonia para Selina; en su horizonte solo está el Dios del barroco y su concepto divino de la Virgen María. Es muy inteligente pero afronta en soledad la mayor parte de sus problemas. No tiene más ayuda que la de su hermana pequeña y buscará entre sus recuerdos algunos episodios de su vida que le aporten lucidez para tomar decisiones. Al coincidir la estancia del famoso Capitán Contreras ―al que Lope de Vega obligó en su retiro a escribir sus memorias―, en su etapa de ermitaño en Ágreda, con el momento crucial para María de su Primera Comunión, he imaginado un encuentro entre estos dos personajes que contribuye notablemente al desarrollo de la trama.
He intentado respetar y cuidar al personaje histórico de Sor María de Jesús, que me parece fascinante, inmerso en una cultura impensable hoy en día, para poder reflexionar sobre muchos aspectos de la naturaleza humana e indagar en algunos misterios de la realidad.
No obstante, como docente de ciencias, mantengo una actitud escéptica sobre determinados fenómenos misteriosos. Ante unos hechos aparentemente milagrosos considero tres posibilidades:
Son parte de una serie de casualidades naturales y nuestra mente, al asombrarse (y quizá también porque desea creerlo), concluye que se trata de un fenómeno milagroso.
Se trata de un fenómeno natural aún no explicado científicamente.
Es solo un error de interpretación o, peor aún, un fraude.
En "El tiempo es de color azul" se trabaja principalmente con las dos primeras hipótesis. Personalmente debo decir que, en el caso de las bilocaciones de la Madre Ágreda, me gustaría pensar que se trata de un fenómeno natural poco frecuente aún no explicado científicamente, pero la ciencia precisa de algo más que deseos.
Convento de la Concepción y estatua de Sor María de Jesús